Jone Pérez, sostenibilidad en eventos y festivales en Planea: consultoría de sostenibilidad y A greener festival LTD.
Llevas casi una década dedicada a dar soporte sostenible a eventos. ¿De dónde surge la idea?
En mi primera etapa profesional trabajé en departamentos de Calidad y Medio Ambiente de diferentes fábricas e ingenierías. Me gustaba mi trabajo pero se me hacía algo monótono. Por otro lado, el sector de eventos y festivales siempre me ha atraído mucho, así que empecé a curiosear cómo estaban en el tema de la sostenibilidad. Al final me decidí a cambiar de sector.
¿Cómo es tu llegada a A greener festival? ¿A qué se dedica?
A Greener Festival es una organización que lleva más de 10 años asesorando y ofreciendo diferentes recursos para ayudar a festivales y eventos a ser cada vez más sostenibles. Tienen un estándar propio bajo el cual auditan a los eventos para hacer una radiografía realmente exhaustiva de cómo hacen la gestión medioambiental y en qué puntos se puede mejorar. Como mi especialidad hasta entonces era la auditoría en sistemas de gestión medioambiental me pareció interesante acreditarme con ellos como auditora y probar a auditar un festival. Me encantó la experiencia y me fui involucrando cada vez más en la organización.
Se me ocurrió que podríamos ofrecer también el servicio de cálculo de huella de carbono aprovechando todos los datos e indicadores ambientales que ya solicitamos para hacer la auditoría. Desarrollé ese servicio para ellos y está funcionando muy bien.
¿Cómo definirías profesionalmente tú día a día?
Ahora mismo estoy en varios proyectos a la vez, muy interesantes. A parte de mi trabajo para A Greener Festival tengo mi propia consultoría de sostenibilidad, Planea, especializada en el sector de eventos y festivales, pero no solo dedicada a ello. Hago también trabajos más técnicos para otras empresas o ayuntamientos, como el cálculo de la huella de carbono, planes locales de gestión de residuos o la medición del despilfarro alimentario en un colegios público, por ejemplo. Creo que es justo lo que echaba de menos cuando decidí cambiar, la variedad de los proyectos, y que siento
que no dejo de aprender y crecer profesionalmente.
¿Existen diferencias reales entre la sostenibilidad en eventos de fuera de España y los nuestros?
Creo que va muy en la línea de las políticas y exigencias de cada país, ya que todo se retroalimenta. Es más sencillo hacer un evento más sostenible si tienes suficiente variedad de proveedores también sostenibles a tu alcance, si las administraciones públicas proveen de recursos o si existe alguna normativa que lo promueva. Por ejemplo en países como Holanda, el gobierno exige que los festivales tengan alguna certificación medioambiental. Eso se traduce en que tenemos mucho mayor número de solicitudes de certificación de Holanda que de cualquier otro país de Europa.
En España ahora mismo apenas hay exigencias en ese sentido por parte de las administraciones y aún así muchos festivales están haciendo grandes esfuerzos por ser más sostenibles. Pero como decía, si no hay recursos ni variedad de proveedores a su vez sostenibles, resulta mucho más difícil poner en práctica medidas eficaces.
Comentamos algo que te haya sorprendido positivamente o negativamente en cuanto a aplicación de medidas sostenibles en festivales. ¿Qué festival nos darías como ejemplo de buenas prácticas?
Hay festivales como el BOOM Festival en Portugal, el DGTL Amsterdam, Wood Festival en Reino Unido o el OYA Festivalen en Noruega que van mucho más allá de lo que puede ser un festival sostenible: todos ellos funcionan con energía 100% renovable, reutilizan al máximo los materiales, tienen prohibido el plástico, compostan los residuos, reutilizan el agua de la lluvia o de las duchas para regar, etc. pero además tienen en común que van más allá de la sostenibilidad del festival en sí, son laboratorios vivientes donde se ponen en práctica técnicas y soluciones innovadoras en materia de sostenibilidad, donde el público, la comunidad local, las universidades, las administraciones públicas, todos están involucrados y participan de alguna manera en ese ecosistema. Es otra liga.
¿Crees que es complicado convencer al público de que en la propia vivencia del festival se adapte a las medidas sostenibles que propone el mismo festival y que las cumpla? ¿O a veces se queda todo en una comunicación externa?
Creo que la comunicación es clave en este aspecto. Igual que se utilizan técnicas persuasivas para vender todo tipo de productos y marcas debería existir una estrategia para “vender” la sostenibilidad al público y hacerle partícipe de las medidas que les afectan. Se puede hacer con incentivos o con medidas disuasorias, depende de cada caso. Por ejemplo, si el aparcamiento es muy caro la gente estará más predispuesta a compartir coche o utilizar transporte colectivo o se puede premiar al que llegue en bicicleta para incentivar su uso. Creo que el enfoque en todo caso debe de ser lo más lúdico y amable posible.
¿Deben jugar un papel importante los organismos públicos en aplicar medidas de sostenibilidad a los eventos?
Sin duda alguna, su papel es clave. Como comentaba antes, el hecho de que haya normativa y exigencias en materia de sostenibilidad (pero en todos los ámbitos, también para proveedores y contratistas), es básico para poder hacer un festival más sostenible. Y no solo normativa, también recursos, para favorecer y apoyar de alguna manera a aquellos que se implican y ponen en marcha medidas más sostenibles. Es un poco como pasa con el público, las administraciones tendrían que establecer alguna estrategia para “vender” la sostenibilidad bien con incentivos al que lo hace mejor o
penalizando al que más contamina.
¿Es la sostenibilidad una moda o realmente están cambiando nuestros hábitos en el día a día?
Igual estaba de moda antes, ahora es que no hay otro camino. Creo que están cambiando nuestros hábitos y más que van a tener que cambiar, no nos queda otra opción.
El Covid podría haber sido un reset en cuanto a funcionamiento del mundo hacia un futuro más sostenible ¿Crees que cuando se reanuden los eventos y festivales cuidarán más el impacto medioambiental?
Sí, quiero creer que sí. Estamos notando como muchos festivales que están sin actividad ahora, están aprovechando para ponerse las pilas en cómo pueden mejorar en su gestión ambiental y social. Nos están llegando por ejemplo varias solicitudes de cálculo de la huella de carbono de las ediciones pasadas para usarlo como punto de partida y poder medir después la eficacia de las acciones que quieren implementar en la próxima edición. Es muy buena señal.
Recientemente habéis lanzado The Sustainable STAGE, ¿cual es su finalidad?
Somos un grupo de profesionales, especializados en materia de sostenibilidad en eventos y ya nos conocíamos desde hace años de coincidir en congresos, eventos, o charlas.
A raíz del estado de alarma, cuando todo el sector se paralizó, estábamos preocupados por el futuro de los eventos y festivales y nos temíamos que en medio de esta crisis, la sostenibilidad pudiera quedar en un segundo plano. Decidimos unirnos para hacer más fuerza y cooperar entre nosotros con el objetivo de promover la sostenibilidad entre todos los agentes que forman parte del sector, asesorar o dotar de herramientas a quién lo necesite.
¿Qué opinas de la agenda 2030? ¿Echas de menos un objetivo centrado en la cultura?
Creo que la agenda 2030 es muy necesaria pero demasiado teórica, me parece que resulta difícil de bajar a tierra y ponerla en práctica en cada caso concreto. Si a eso le sumas que efectivamente no existe un objetivo centrado en la cultura, por mucho que se diga que la cultura es transversal a todos los demás objetivos, creo que en la práctica hace que se pierda el foco. Un reflejo de ello es cómo se ha quedado atrás en las prioridades de los gobiernos frente a esta crisis. La cultura debe considerarse un
bien de primera necesidad, en la teoría pero sobre todo en la práctica.
Recomiéndanos tus grupos musicales favoritos.
Con la música soy bastante ecléctica. Me gusta casi todo en todas sus formas y colores y todo depende del momento o la temporada en la que me pille. Por ejemplo durante el confinamiento he escuchado mucho McEnroe, La bien querida, Los planetas, Tulsa… creo que ha sido el reflejo de mi estado de ánimo. En mi adolescencia escuchaba mucho Extremoduro, Platero, Marea…. y aún me lo pongo a veces, para limpiar.
Y luego si estoy leyendo o trabajando, de fondo me gusta algo suave,y mejor en inglés para no desconcentrarme, tipo Radiohead, Sufjan Stevens o Matt Berninger. En directo no me canso nunca de ver a Vetusta Morla y un grupo que me tiene enganchada últimamente es Belako.
¿A quién nos invitarías a entrevistar?
A cualquiera de mis compañeros de STAGE, por ejemplo a Ecoevent que llevan muchísimos años en esto y se conocen muy bien el sector, seguro que tienen mil anécdotas y experiencias que contar sobre sostenibilidad en festivales.